XVIII Aplec de Gegants i Cabuts
Taller de cabuts, desfile y un homenaje especial
El sábado 1 de febrero, las calles de Burriana se llenarán de música, color y emoción con la llegada de nueve collas de Aragón y la Comunitat Valenciana, acompañadas por grupos de música tradicional. Como colofón, la jornada incluirá un homenaje especial al Geganter d’Honor 2025 y el esperado bautizo de un gigante centenario que se creía perdido, un hito en la historia de esta festividad.
A partir de las 11:00 h, los más pequeños podrán dar rienda suelta a su creatividad en un taller de cabuts, donde podrán confeccionar su propio cabezudo con cartón y materiales reciclados. Y para coger fuerzas, la cooperativa local ofrecerá zumo de naranja recién exprimido.
A las 12:00 h, llegará uno de los momentos más impactantes de la jornada: la plantà de todas las figuras en un mismo punto, creando una estampa única. Media hora después, los cabuts creados en el taller desfilarán por primera vez, en un gesto que simboliza el relevo generacional y el amor por la tradición.
Enrique Monsonís Arnandis, Geganter d’Honor 2025
A la 13:00 h, dentro del CMC La Mercé, Burriana rendirá homenaje a Enrique Monsonís Arnandis, quien recibirá el título de Geganter d’Honor 2025. Un reconocimiento a su trayectoria y dedicación durante décadas para que la tradición de los gigantes y cabezudos siga viva en la ciudad. Su labor ha sido clave para que el Aplec de Gegants i Cabuts llegue a su mayoría de edad más fuerte que nunca.
El bautizo de un gigante perdido y una gran danza final
El plato fuerte de la tarde será el gran desfile de gigantes y músicos, que comenzará a las 17:00 h en la plaza de La Mercé, recorriendo las calles La Tanda, Tarancón, L’Escorredor, El Raval, El Pla hasta llegar a la Plaza Mayor.
Allí se vivirá un momento especial: el bautizo del nuevo gegant de Miralsot, el Rey Gonzalo, una réplica de un gigante centenario desaparecido en los años 40. Esta recuperación supone un hito para el mundo de los gigantes y cabezudos, devolviendo a la memoria una figura que se creía perdida para siempre.
Para despedir la jornada, cada colla realizará su baile de exhibición, culminando en una gran ballada conjunta que pondrá el broche de oro a un día inolvidable.