La concejala de Participación Ciudadana, Maribel Martínez, ha mantenido varias reuniones en las últimas semanas con las protectoras y asociaciones dedicadas a los animales, para “coordinar y mantenerles informados sobre las diferentes novedades que pretendemos incorporar a la Ordenanza Municipal Reguladora de la Tenencia de Animales de Compañía, y así poder implementar los cambios y aprobarla en uno de los dos próximos plenos municipales”. Tal y como ha explicado la misma Martínez tras esos encuentros, “una de las principales novedades es la incorporación del proyecto CES (Captura, Esterilización y Suelta) para trabajar en un trato ético y correcto con los gatos que comparten espacios públicos con la ciudadanía y habitan las calles por haber sido, en algún momento, abandonados”.
Así, este proyecto de regulación de las colonias de gatos mediante esterilizaciones, “mejorará la vida de estos animales y, a su vez, responderá a las quejas de algunos vecinos y vecinas que ven comida perecedera en la vía pública, ya que el CES contempla, entre otros aspectos, la correcta alimentación con pienso seco a los gatos, el lugar concreto donde debe realizarse para mantener tanto la sanidad de los felinos, como del medio ambiente y la vía pública”.
Martínez y el concejal de Sanidad, Manel Navarro, han recibido en las últimas semanas varias quejas y han tenido conocimiento de denuncias interpuestas por posibles envenenamientos de gatos, así que “tanto desde el propio Ayuntamiento como desde las protectoras con las que hemos mantenido las reuniones, pedimos la colaboración ciudadana a la población para que, en caso de presenciar alguno de estos comportamientos, avisen a la policía o comuniquen al propio consistorio cualquier sospecha sobre vecinos que amenacen con dañar o envenenar gatos o que los hayan visto haciéndolo”. Dado que el envenenamiento de gatos supone la comisión de sendos delitos penales, tanto por “maltrato animal”, según el artículo 337 del vigente Código Penal, penado con hasta un año y medio de prisión; como por el hecho delictivo de “verter sustancias tóxicas letales en la vía pública, un delito contra el medio ambiente y la salud pública, penado también con cárcel”.
Desde las propias asociaciones de defensa de animales y protectoras han querido “agradecer las reuniones y encuentros que hemos mantenido últimamente con el consistorio, que esperamos que se conviertan en una nueva etapa respecto a la gestión de esta situación y que Burriana se una a la correcta visión integral del medio ambiente, que también comprende a los gatos de la calle, cuya legislación actual los protege y ante ella y ante la ética nos debemos”.