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- El ejecutivo municipal comenzará los trabajos el 11 de abril y prevé una suspensión temporal desde el 15 de julio al 31 de agosto para mitigar las posibles incomodidades en verano a los vecinos y vecinas
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- Con un presupuesto de 2,2 millones de euros, reordenará el vial con un carril ciclopeatonal y nuevas canalizaciones de agua potable y bombeos para la evacuación de aguas residuales y pluviales
El ejecutivo municipal de Burriana tiene previsto que la intervención magna de las obras de la remodelación de la avenida de la Mediterrània comience el martes 11 de abril, una vez pasadas la Semana Santa y Pascua, según ha adelantado la alcaldesa de Borriana, Maria Josep Safont, para mitigar los posibles perjuicios a los establecimientos de la zona.
Una decisión que como se puede comprobar, ha explicado Safont, el gobierno local tomó hace un par de semanas, cuando se inició la rotulación de las vías por donde deben canalizarse los servicios de agua y alcantarillado, que como se puede constatar se interrumpieron y no se ha realizado ninguna intervención posterior.
Asimismo, la alcaldesa ha precisado que “conscientes de las molestias y contrariedades que generarán estas obras, al igual que otras muchas, que incomodan y afectan en cualquier temporada que se ejecuten, también hemos pactado con la empresa adjudicataria de las obras la suspensión temporal desde el 15 de julio al 31 de agosto “con el fin de mitigar las posibles incomodidades en verano de vecinos y vecinas”.
No obstante, en nombre del Ayuntamiento, la alcaldesa ha pedido disculpas de antemano por las “contrariedades y molestias temporales que estas obras puedan ocasionar a vecinos y propietarios de negocios ya que eventualmente condicionará y repercutirá en su vida y actividad”.
Al mismo tiempo, ha solicitado comprensión y paciencia porque este proyecto es “muy necesario”, y una vez finalizados los trabajos “mejorarán considerablemente la vida de los vecinos y vecinas, tanto de la zona como de la ciudadanía de Burriana en general”.
En una obra de más de 8 meses de ejecución y del volumen de este proyecto, se ha intentado conjugar dos prioridades, por un lado, “no ralentizar su ejecución y, por otro, temporalizar la obra de modo que afecte lo más mínimo en temporada alta para la actividad de los comercios y negocios”, ha precisado Safont.
La remodelación de este vial va a suponer “amplios beneficios en cuanto a movilidad y seguridad ciudadana, y vamos a evitar la demora en la ejecución de las obras en la zona donde se necesitaría autorización o concesión de Costas”, ha añadido.
Con un presupuesto de 2,2 millones de euros, la remodelación de la avenida de la Mediterrània a cargo de la UTE Aglomerados los Serranos SA y Gimecons Construcciones y Contratas SL, supone la reordenación del vial con la construcción de un carril ciclopeatonal cuyo trazado discurrirá en el lado del mar, y la instalación de nuevas tuberías de agua potable y canalizaciones y bombeos para la evacuación de aguas residuales y pluviales, así como la repavimentación del vial y el recubrimiento de las aceras.
Tras la firma del acta de replanteo realizada el pasado viernes 17 de febrero, y con un plazo de ejecución de 8 meses, una vez finalizada la actuación, ha manifestado la alcaldesa, “cerraremos el anillo ciclopeatonal de la salud entre la ciudad y la zona marítima”.
Una actuación que, a juicio de la alcaldesa de Borriana, Maria Josep Safont, “mejorará considerablemente los servicios de la zona y supondrán un alivio de cara a las lluvias y posibles inundaciones, con el aumento del sistema de drenaje y la capacidad de recogida de agua pluvial, en aras de tratar de mitigar las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias”.
Se trata de la ejecución de la primera fase de las obras que abarca el tramo entre la carretera del Port y la calle Juan Carlos I, en donde no hay afección de la zona del Dominio Público Marítimo Terrestre, mientras que el segundo tramo, ha aclarado la alcaldesa, “no se podrá realizar hasta que no se tengan todos los permisos de Costas”.
Características
Con estas obras, Burriana gozará de una nueva sección vial con una acera de 4 metros de ancho a la que se le adosa una línea de aparcamientos de 2,2 metros de ancho.
La calzada con 2 carriles de circulación, de 3,25 metros cada uno, separará el espacio reservado para peatones y bicicletas. El proyecto contempla la colocación de una tubería de impulsión de agua potable de polietileno que sustituirá la actual de fibrocemento.
También incluye nuevas canalizaciones y bombeos para la evacuación de aguas residuales y pluviales que supondrán una mejora de cara a las lluvias y posibles inundaciones. Además, se colocarán bancos, papeleras, nuevo alumbrado y se está estudiando el emplazamiento de árboles tras la petición del vecindario.