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Además, ha terminado también la renovación de los tramos deteriorados de la red saneamiento y abastecimiento de agua potable
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El consistorio, consciente de las molestias ocasionadas “inherentes e ineludibles a las obras que afectan a las vías de comunicación de la ciudad”, pide disculpas y comprensión
El Ayuntamiento de Borriana ha finalizado las obras de repavimentación y dotación de accesibilidad en la calle València entre la plaza les Monges y la ronda Panderola, además, ha terminado también la renovación de los tramos deteriorados de la red de saneamiento y abastecimiento de agua potable. Unas obras que han contado con la financiación de la Diputació a través de la convocatoria ‘Reactivem Castelló.Obres’ del ejercicio 2021.
Según ha explicado el concejal de Servicios Públicos, Vicente Aparisi, el tramo ejecutado fue adjudicado a la empresa Caesca por un importe de 134.941 euros y un plazo de ejecución de tres meses y medio, y era una actuación necesaria para mejorar servicios urbanos obsoletos, concretamente “pavimento, en un estado deteriorado debido al paso del tiempo, y la ejecución de zanjas para la instalación de nuevos servicios y por tratarse de un vial con una configuración de aceras y calzada no adaptadas a la normativa de accesibilidad”.
Aparisi ha subrayado que a pesar de la intención del gobierno municipal de “minimizar las incomodidades que puedan suponer los trabajos ya ejecutados” comprende “la impaciencia y los inconvenientes manifestados por parte de vecinos y comerciantes que han padecido las consecuencias de la ejecución de estas obras tan relevantes para la mejora del barrio”. Por ello, confía en que ahora, una vez finalizadas, “puedan apreciar y ponderar los beneficios y vean compensados los esfuerzos”.
Respecto al "caos" que en su opinión se ha podido producir durante unos meses por estas obras, “valoramos las quejas como razonables y comprensibles” y ha pedido “disculpas” y, al mismo tiempo, “comprensión” ante las molestias ocasionadas “inherentes e ineludibles a las obras que afectan a las vías de comunicación de la ciudad”.
“Estamos convencidos de que esta obra va a contribuir a mejorar la ciudad y a revalorizar la zona, que ya concentra importantes dotaciones y equipamientos, que ha transformado por completo la calle y mejorará sustancialmente la calidad de vida de los vecinos y las vecinas”, ha asegurado el edil.
Características
Para resolver las carencias detectadas en materia de movilidad y accesibilidad, según ha señalado Aparisi, se ha modificado la distribución de los usos del vial, “dándole más protagonismo al peatón con la ampliación del ancho de las aceras y de las zonas peatonales”.
Así, mediante una plataforma única de uso mixto, la acera y la calzada están a un mismo nivel, tiene prioridad el tránsito peatonal y queda perfectamente diferenciada en el pavimento la zona preferente para peatones, por la que discurre el itinerario peatonal accesible, así como la señalización vertical de aviso de peatones.
Para diferenciar la zona de vehículos y peatones se ha utilizado dos tipos diferentes de pavimento separados por una pieza de rigola de 20 cm de anchura. El pavimento utilizado para la calzada es asfalto y el utilizado para la zona peatonal es hormigón impreso, con una textura diferente al asfalto.
Además, se han pintado en el suelo líneas blancas para facilitar el aparcamiento y con espacio suficiente para dejar el paso de peatones. No obstante, ha asegurado Aparisi, en función de como evolucione, una vez esté recepcionada al cien por cien la obra se podría modificar, siempre teniendo en cuenta que la voluntad es mejorar y mantener aparcamiento”.
En cuanto a la señalización vertical, se han instalado señales de aviso de plataforma única de uso mixto y se limita la velocidad a 20 Km/h. Respecto a la renovación de la red de saneamiento que era unitaria, se han reemplazado los colectores y conexiones, se han renovado las acometidas domiciliarias y a lo largo de toda la calle se han anulado los imbornales, que han sido substituidos por nuevos imbornales sifónicos que se han instalado en el eje central del vial.
Además, se ha creado una zona de descanso a la altura del número 52 de la calle València, compuesta por un banco con estructura, superficie y respaldo de acero, una papelera, y dos alcorques con Ficus nitida con tutor de madera para sustentación de los árboles.
Finalmente Vicente Aparisi ha manifestado que esta actuación se enmarca en el plan local de renovación continua en la red de viales municipales y de los servicios urbanos situados en el núcleo urbano de la población, que “requieren de un tratamiento continuado o al menos periódico”.